sábado, 10 de agosto de 2013

La orma de mi zapato..



No puedo explicarlo.
No me vienen las palabras.
Quizás porque ni reuniendo todas las palabras del mundo
podría llegar nunca a describir ni un ATISBO de la formidable INTENSIDAD
que me brinda su mirada.
Como tampoco podría llegar a explicar en miles de versos inútiles...
lo que siento cuando a través de esa mirada, me permite LEER abiertamente
las páginas de su alma.
En verdad, no puedo explicarlo.
Cuando él me mira, sus ojos me devuelven el reflejo de una DIOSA.
SU diosa.
La única con el poder de regalarle unas ALAS para volar en sueños
hasta donde yo camino, el Olimpo donde vivo, y único lugar adónde siempre
desea volver.Y cuando él me mira, de ESA manera, río y me estremezco
tiemblo, por la emoción, desbordada por los sentimientos, ORGULLOSA
de ser la princesa de cuento de nuestro reino inmaterial.
Un reino tan frágil, sutil, fugaz y delicado, como una pompa...
como la BURBUJA en la que ambos misteriosamente nos sumergimos.
Un espacio donde el tiempo se detiene, y donde él se hace GRANDE, inmenso inconmensurablemente bello, rendido FELIZ a mis deseos y a mis pies
mientras yo le sonrío sentada en mi trono, situado sobre en el monte OLIMPO
de mis infinitos tacones.
Quizás no llegue nunca a poder explicarlo.
O puede que deba empezar a creer, que de algún modo MI pie encontró al fin…
la HORMA de su zapato.

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