Estaba recostada en
mi cama con los ojos cerrados
y con mis manos
recorría lentamente todo mi cuerpo
apretando y arrugando
la seda de mi camisón
que poco a poco iba
descubriendo esos pechos,tan apetecibles.
La luna, desde la
ventana,bañaba caprichosamente mi blanca piel
Abri mis piernas y
mis jugos brillaron
como finos ríos de
plata ante el resplandor de la luna
ríos que iban a morir
a un mar dulce y tormentoso
agitado por las olas
de mis dedos que se hundían en él
inquietos y
desesperados como buscando un tesoro perdido.
Y el tesoro fue
encontrado.....gemi y jadee y me retorci
con la desesperación
de un condenado a muerte
mientras mis entrañas
se aferraban con espasmos
a ese improvisado
barco que me hizo naufragar en sus profundidades
socavando los
confines de mi ser.....
Y después de la
tormenta, llega la calma.
Las olas se aquietan
y devuelven los despojos a la playa.
Me deje volar unos
segundos, exhalando un largo y suave suspiro.........
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