No he podido dormir.
Di vueltas una y otra vez, a la derecha, a la izquierda. Imposible, no encontre
la postura. A pesar de haberme dejado sin aire y agotada es imposible....Aqui me encuentro escribiendo
haber si mientras me da el sueño...seguro que este relato me dura dos dias para
escribirlo...jejjejje..
Acabo de leer uno de
los relatos que tenemos por el grupo y eso me ha motivado...veremos que acaba
saliendo.
El destino es juguetón,
a veces se burla de nosotros, a veces se conmueve, concede o no nuestros deseos
a su antojo. Nos tortura y odiamos nuestra mala suerte, que puede que en un
futuro se transforme en una nueva oportunidad.
He de confesar que me
encanta leer relatos eróticos, especifico, me apasiona tambien escribirlos, me
gustan las cosas claras, lo concreto, lo directo y lo explícito, sin tapujos.
Pero claro las esigencias del net no nos dejan poner ciertas palabras....que lo
hagan bien, ¡por Dios! ...jajjajaja...
Me acerco con mis
palabras, no escapo a la excitación que hábilmente se puede probocar en cada
línea. Se donde atacar y cómo haceros ver que yo
soy la protagonista
de la historia.
Por una vez quería
pensar que controlaría mis emociones, quería probarme a mí misma que tengo
dominio sobre mis instintos. Pero no puedo.
Me conoce demasiado
bien. En cada vuelta que doy en la cama, siento las sábanas de raso, que me
envuelven, que acarician mi piel, que se meten juguetonas entre mis piernas.
Mis pensamientos me subyugan, se repiten, veo a mi niño dormir, le puedo
sentir, tocar, oler, oigo su voz. Y empiezo mis devaneos conmigo misma. La
profusión de mis espasmos en cada una de mis sesiones puede resultar
envidiable. No opino lo mismo. Me gusta recrearme en el juego, alargarlo y que
el placer no se evapore tan rápidamente. No es fácil. La contención es algo que
ha de decidir mi cerebro, y en ese momento está bloqueado, ausente, derrotado
por el desenfreno, que puede conmigo.
Puede que alguna
mujer me desprecie por mis palabras, me es indiferente. Yo disfruto, quizás
ella no, por prejuicios arrastrados desde la infancia o por lo que sea. Intuyo
que hay otro tipo de mujeres que estarían conmigo, sé que cada vez somos más.
Sé que de nuevo,mi
niño, ha conseguido lo que quería, me desprendo del camisón, me molesta, retiro
las sábanas y enciendo la luz de mi dormitorio…
No necesito
oscuridad, me gusta la luz iluminando suavemente la habitación, desnuda,
tocando mi cuerpo hasta sucumbir de placer.
Contemplo mis pechos,
ni grandes ni pequeños, me gustan. Mi pubis rasurado, con un mínimo triángulo
de vello cual señal de peligro indicando
mi manantial de
placer. Me pongo de rodillas sobre mi cama, con las piernas abiertas y me
empiezo a tocar, te gusta sentir el roce de mi piel mientras yo me toco .
...... sola no es lo mismo, solo es un alivio para el cuerpo, y las sensaciones
no son comparables a pesar de tener un mismo fin.
Mis manos se
desenvuelven a la perfección. Es su terreno, conocen la orografía de mi cuerpo,
demasiado bien. Me tumbo boca abajo, me encanta poder subir mi pelvis para
acompasar mis movimientos. El simple roce de la mano en mi sexo es suficiente
para que éste se convierta en un manantial.
Lo invado con mis
dedos, pero me parece poco. Quiero más. Me hastío del consolador, demasiado
frio para mi gusto...... y con mi fortuna en la mano, me vuelvo a tumbar. Esta
vez boca arriba. Abro mis piernas, tu me miras con ojos de deseo y eso hace que
me anime a continuar, que mi calentura vaya “increscendo”. La simple visión del
consolador ya es morbosa, pero más cuando me miras como entra dentro de mí.
Me gusta. Lo saco, lo
meto, cada vez con más viveza. Me contengo....., resbala hacia mi interior. Lo
siento muy dentro, lo aprieto con mis músculos para sentirlo más aún. Lo dejo
salir.....Mientras tu lo coges y me ayudas a meterlo dentro de mí. Puedo ver tu
cara mientras te afanas en darme placer ....
Me tocas mis
pechos,me los agarras con fuerza, apoyas tus manos en ellos cargando su peso,
me cortas la respiración… pero disfruto.
Estallo en
palpitaciones. En cada una de ellas, siento cómo atrapo el consolador en mis
entrañas. Me vuelvo a ir, una y otra vez......
Agotada, mastubada
por mi imaginación......
Mis ojos se
cierran, me duermo sin remedio, desnuda
y exhausta…....
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